Google ha informado recientemente un aumento del 48% en sus emisiones de carbono, atribuible en gran parte al uso intensivo de tecnologías de inteligencia artificial (IA). La potencia computacional necesaria para los modelos avanzados de IA conlleva un mayor consumo de energía, lo que contribuye a una huella de carbono más significativa

Este aumento plantea desafíos económicos y ambientales considerables, subrayando la necesidad de prácticas sostenibles en la industria tecnológica. Las empresas deben equilibrar la demanda de soluciones innovadoras de IA con sus responsabilidades medioambientales.
Además, esta situación abre oportunidades para comercializar tecnologías sostenibles y soluciones mediáticas que reduzcan el consumo de energía. Las empresas pueden aprovechar las estrategias de marketing ecológico para atraer a los consumidores conscientes del medio ambiente.
En conclusión, aunque los avances en IA ofrecen numerosos beneficios, no se puede pasar por alto el impacto ambiental asociado. La industria tecnológica debe priorizar soluciones sostenibles para mitigar las emisiones de carbono mientras continúa innovando.
Fuente: www-ambito-com